VISIÓN POLÍTICA

En una iniciativa cargada de simbolismo, el Vaticano comenzará en la segunda quincena de febrero la restauración del icónico "Baldaquino" de la Basílica de San Pedro. Esta majestuosa estructura de bronces, madera y hierro, con 400 años de antigüedad y 63 toneladas de peso, se encuentra sobre el Altar Mayor, marcando la ubicación de la supuesta tumba del apóstol Pedro. El proceso, que durará diez meses y costará 700.000 euros, tiene como objetivo completarse para el inicio del Jubileo de la esperanza convocado para 2025.

El cardenal Mauro Gambetti, responsable de la Basílica, destacó la importancia simbólica del Baldaquino, resaltando su conexión con la tumba de Pedro. La restauración, la primera en 250 años, involucra a destacados protagonistas del arte romano del siglo XVI y XVII: Gian Lorenzo Bernini y Francesco Borromini, colaboradores en la obra.

El Baldaquino, conocido como "Baldacchino", es una estructura monumental de 28,74 metros de altura y 63 toneladas de peso. Construido entre 1624 y 1635, es un símbolo arquitectónico en la Basílica. La restauración, planificada para durar tanto como la última realizada hace 250 años, abordará problemas como la acumulación de polvo, corrosión y desprendimientos.

El inicio de la restauración precede al Jubileo de 2025, que conmemora el cuarto centenario de la Dedicación de la Basílica Vaticana en 1626 bajo el Papa Urbano VIII. A pesar de desafíos técnicos, las autoridades vaticanas buscan preservar este monumento histórico para las generaciones futuras y para los millones de peregrinos que visitan la Basílica de San Pedro cada año.