En enero, el turismo en Argentina sufrió un duro golpe: menos visitantes llegaron al país y más argentinos viajaron al exterior. Según el Indec, el saldo negativo alcanzó 1.559.000 personas, reflejando una preocupante tendencia. Pero, ¿cuáles son las razones detrás de estos números y cómo impactan en la economía local?
El informe del Indec reveló que en el primer mes del año ingresaron 1.040.600 turistas y excursionistas, marcando una caída del 25,8% interanual. En contraste, 2.599.600 argentinos salieron del país, un 74,9% más que en enero de 2024.
La mayoría de los que viajaron al exterior lo hicieron a países vecinos:
Brasil (32,8%)
Chile (22,9%)
Uruguay (16,3%)
Además, el 66,7% de los turistas residentes usaron la vía terrestre, mientras que el 24,2% optó por aviones y el 9,1% por barcos o ferris.
La Fundación Mediterránea advirtió que la balanza turística cerró 2023 con un déficit de US$ 2.700 millones, una pérdida considerable para la economía nacional.
En este contexto, el presidente Javier Milei decidió extender por tres años un tributo del 7% sobre pasajes al exterior. La medida, que busca financiar el Fondo Nacional de Turismo, administrado por Daniel Scioli, generó controversia. Especialistas afirman que podría ser ilegal al tratarse de un tema tributario.
Si la tendencia de salida masiva y baja llegada de turistas sigue, Argentina podría enfrentar un desafío económico mayor. La industria turística local depende de los visitantes extranjeros y, con menos ingresos, muchos sectores podrían verse afectados.
La gran pregunta es: ¿se podrá revertir esta crisis o el turismo seguirá cuesta abajo?