La primera cárcel federal en territorio santafesino, ubicada en la ciudad de Coronda, fue inaugurada en medio de controversias que pusieron de relieve las tensiones entre el gobierno nacional y provincial. Este acto, encabezado por la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, generó cuestionamientos debido a la ausencia del gobernador Maximiliano Pullaro, quien optó por no asistir al evento.
La inauguración de la cárcel en Coronda fue vista por muchos como una movida más mediática que funcional. Según declaraciones del intendente local, Ricardo Ramírez, el acto fue una "puesta en escena", ya que los presos trasladados al penal fueron retirados poco después. Además, la infraestructura necesaria para que la prisión opere plenamente no estará lista hasta dentro de tres meses. Esto refuerza la impresión de que la apertura estuvo motivada por fines publicitarios más que por una verdadera disposición operativa.
Aunque inicialmente había confirmado su presencia, Maximiliano Pullaro decidió no asistir al acto, argumentando cuestiones de agenda. Este gesto, interpretado como un distanciamiento del gobernador respecto al gobierno nacional, refleja el deterioro de una relación que hasta hace poco había sido de colaboración. En su lugar, el ministro provincial de Seguridad y Justicia, Pablo Cococcioni, representó a la provincia y destacó la importancia del penal para aliviar el hacinamiento en las cárceles santafesinas.
Durante el acto, Patricia Bullrich defendió la inauguración como un paso clave en la lucha contra el narcotráfico y las organizaciones criminales. En su discurso, subrayó que la cárcel simboliza la "estrategia integral de seguridad" del gobierno nacional. Sin embargo, las críticas locales apuntan a que el penal no está preparado para alojar a presos de alto perfil, muchos de ellos vinculados al narcotráfico.
La ausencia de Pullaro también podría estar relacionada con otros desencuentros recientes entre ambas administraciones. Hace semanas, un video amenazante dirigido a Patricia Bullrich, Maximiliano Pullaro y fiscales santafesinos generó tensión, con el gobierno provincial tomando distancia de su difusión. Además, la falta de avances en la captura de criminales prófugos vinculados a importantes hechos delictivos ha generado roces entre las gestiones.
El penal de Coronda tiene capacidad para 464 internos y busca aliviar la saturación del sistema penitenciario santafesino. Sin embargo, su inauguración apresurada deja interrogantes sobre su utilidad inmediata. Mientras Bullrich celebra el descenso en los delitos graves, Pullaro advierte que estas cifras no garantizan una solución sostenida.
El evento en Coronda marca un nuevo episodio en las crecientes diferencias entre la provincia y la nación. En un contexto preelectoral, estas tensiones podrían profundizarse, especialmente considerando la reforma constitucional en Santa Fe y los intereses cruzados entre ambas administraciones.
El futuro de la primera cárcel federal en territorio santafesino queda marcado por las dudas sobre su funcionalidad y las disputas políticas que la rodean, dejando abierta la pregunta de cómo impactará en la seguridad de la región.