La tensión política en la Provincia de Buenos Aires sigue creciendo debido a la guerra entre el Gobierno nacional y los intendentes por el cobro de las tasas municipales. En este artículo, exploramos la raíz del conflicto, sus implicancias y cómo afecta a la comunidad platense y al resto de los ciudadanos de la región.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ha vuelto a cargar contra los jefes comunales del peronismo, acusándolos de obstaculizar políticas que buscan controlar la inflación. En un tuit reciente, Caputo arremetió contra los intendentes, señalando que parecen estar en contra de la baja de la inflación, al aumentar las tasas municipales. "Los intendentes K parecen haber elegido: siempre estarán del lado de la mala política", expresó el ministro, refiriéndose en particular a Diego Valenzuela, el jefe comunal de Tres de Febrero. Este último había pedido a sus colegas que eligieran entre aumentar la inflación o ayudar a combatirla, lo que generó aún más tensiones.
La principal disputa gira en torno a la tasa vial, un impuesto que se aplica sobre los combustibles. Desde el Gobierno nacional se señala que esta tasa se cobra dos veces, lo que agrava la situación. Además, la reciente implementación de una nueva carga impositiva sobre las grandes cadenas de supermercados en Lanús generó aún más conflictos.
A raíz de estas diferencias, la Federación Argentina de Municipios (FAM), que agrupa a más de 500 intendentes, emitió un comunicado en el que rechazó las declaraciones de Caputo, acusando al ministro de atacar las potestades tributarias municipales. "Pretender eliminar las potestades tributarias municipales es un atropello", dijo la FAM, advirtiendo que esto podría generar un deterioro en los servicios básicos que los municipios brindan a sus vecinos.
Sin embargo, no todos los intendentes del peronismo están de acuerdo con la postura del ministro. Fernando Gray, el jefe comunal de Esteban Echeverría, ha adoptado un enfoque diferente. Gray ha implementado un plan para eximir a las nuevas inversiones del cobro de tasas municipales, lo que, según él, permite una mayor previsibilidad para los inversores. Además, se ha mostrado contrario al cobro de la tasa vial, una medida que lo diferencia no solo de otros municipios gobernados por el peronismo, sino también de aquellos que, como el de Diego Valenzuela, sí aplican la tasa.
Gray ha señalado que la recaudación de esta tasa vial, que podría generar mil millones de pesos adicionales al año, sería beneficiosa para su municipio, pero considera que este tipo de carga impositiva afectaría directamente a los trabajadores que utilizan el combustible para sus actividades laborales, quienes ya enfrentan otros costos como los peajes.
Este enfrentamiento, que pone en evidencia las diferencias internas dentro del peronismo, tiene repercusiones no solo a nivel político, sino también en la vida diaria de los ciudadanos. Mientras tanto, los vecinos siguen esperando una resolución a esta disputa que, en definitiva, afecta su bolsillo.
En resumen, la guerra entre el Gobierno y los intendentes sobre el cobro de tasas municipales y la tasa vial sigue siendo un tema caliente. Mientras algunos buscan proteger a la gente de nuevos impuestos, otros consideran que estas medidas son esenciales para mejorar los servicios y afrontar la crisis económica. ¿Cómo se resolverá este conflicto? Estaremos atentos a los próximos movimientos políticos.