¿Puede el peronismo reinventarse sin la influencia de La Cámpora ni el kicillofismo? Esa es la pregunta que se hacen muchos en la provincia de Buenos Aires y el país. Para buscar esa respuesta, Julio Zamora, intendente de Tigre, viajó a Córdoba y se reunió con Juan Schiaretti, exgobernador y referente del peronismo cordobés. El objetivo: construir una alternativa que priorice la producción y deje atrás las internas que dividen al movimiento.
La reunión entre Zamora y Schiaretti se centró en la idea de un "país normal", con foco en la industria y el campo, dos pilares fundamentales para el desarrollo económico. Ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de evitar los discursos violentos y trabajar en una agenda que incluya a todos los argentinos, sin dejar a nadie afuera.
No es la primera vez que estos dos referentes peronistas se encuentran. Meses atrás, compartieron un encuentro con Florencio Randazzo, ex candidato presidencial y compañero de fórmula de Schiaretti en 2023. Esta serie de reuniones marca un camino hacia un armado político que busca diferenciarse de las vertientes tradicionales del peronismo bonaerense.
A esta movida también se sumaría Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, quien comparte la visión de alejarse tanto de La Cámpora como del kicillofismo. Por su parte, Juan Zabaleta, exministro y exintendente de Hurlingham, también participó de encuentros con la misma intención de construir una fuerza renovada.
“Buscamos un país y provincias que trabajen en conjunto, apoyando a todos los sectores productivos para que crezcan en armonía y con apoyo de un Estado presente y federal”, declaró Zamora tras el encuentro. Esta visión pone en el centro la necesidad de un Estado que acompañe sin sofocar, promoviendo el crecimiento desde el interior productivo hacia las grandes ciudades.
La estrategia de Zamora y Schiaretti se basa en un peronismo que recupere su raíz productiva y federal, alejándose de las disputas internas que han marcado la agenda en los últimos años. La alianza con intendentes como Gray y figuras como Zabaleta refuerza la idea de que hay un espacio dentro del peronismo para quienes buscan una alternativa más centrada en la gestión y menos en la confrontación.
Mientras tanto, el escenario político bonaerense sigue en movimiento. La pregunta que queda en el aire es si esta nueva construcción logrará consolidarse como una verdadera opción dentro del peronismo y si podrá captar el apoyo de una base que, en muchos casos, está cansada de las divisiones y las peleas internas.
Con estos movimientos, Julio Zamora y Juan Schiaretti están apostando a un peronismo que vuelva a sus bases productivas y federales, dejando atrás las banderas partidarias que han fragmentado al movimiento en los últimos años. La clave estará en ver si esta alternativa puede traducirse en un proyecto político que resuene en las urnas y en la sociedad.