En una carta publicada ayer, Cristina Kirchner criticó abiertamente el fallo de la Cámara Federal de Casación sobre su condena en la causa Vialidad. En su escrito, la ex presidenta denuncia un intento de proscripción perpetua y resalta que la persecución judicial tiene como fin impedir su candidatura en 2027. Esta postura se ha convertido en el eje de la estrategia política del kirchnerismo, que impulsará esta narrativa en los próximos meses.
El senador Eduardo “Wado” de Pedro y la intendenta Mayra Mendoza se sumaron a la idea de la proscripción. Sostienen que el Poder Judicial actúa contra el peronismo, en una maniobra que busca impedir que Cristina Kirchner se postule nuevamente. Además, se recalca que la ex presidenta es la única capaz de gobernar de manera efectiva y que la historia la absolverá.
La idea de una persecución judicial no es nueva. Dirigentes como Anabel Fernández Sagasti y Juan Martín Mena también habían planteado estos términos en días recientes. Desde el entorno de Cristina Kirchner, esta narrativa se repetirá con fuerza para que su figura siga siendo central en la política argentina.
Aunque Cristina Kirchner ha mostrado signos de estar activa en la política, con frecuentes visitas al conurbano bonaerense y un perfil de oposición consolidado, no ha confirmado una candidatura a diputada. Sin embargo, su papel como presidenta electa del PJ Nacional la posiciona como una figura clave dentro del peronismo, y se espera que sea un referente indiscutido en las próximas elecciones.
El Gobierno de Alberto Fernández ve en Cristina Kirchner una adversaria política de peso. Se considera que su figura podría polarizar la campaña electoral, especialmente con la posible candidatura de Javier Milei. En el oficialismo se especula que la ex presidenta busca fortalecer su liderazgo dentro del PJ para contrarrestar las acusaciones judiciales que enfrenta.
Cristina Kirchner continúa construyendo un relato que la posiciona como víctima de una persecución judicial. Mientras tanto, dentro del PJ, se sigue trabajando para mantener su liderazgo, lo que asegura que la ex presidenta seguirá siendo una pieza fundamental en la política argentina, incluso en medio de las tensiones internas del peronismo.
