Los médicos residentes del NHS iniciaron una huelga de seis días para reclamar un aumento salarial. La medida es la más larga en la historia del sistema de salud británico y supone una escalada de tensión en la disputa con el gobierno.
Los médicos exigen que se les restituya el salario íntegro, que ha ido reduciéndose desde 2008-2009. El problema se ve agravado por la elevada inflación y la crisis del coste de la vida.
La huelga ha provocado la cancelación de citas y operaciones programadas. El gobierno ha rechazado las demandas de los médicos y ha advertido de que la huelga puede tener un impacto negativo en la atención sanitaria.