La tensión en la Legislatura Bonaerense sigue creciendo. A pesar de los esfuerzos por retomar las negociaciones, el acuerdo sobre el Presupuesto, la Ley Fiscal Impositiva y el Endeudamiento de la provincia de Buenos Aires sigue siendo un tema candente. ¿Qué está en juego y por qué se ha postergado tanto este proceso?
Este lunes 7 de enero, el tan esperado encuentro para avanzar en estos temas se suspendió a última hora, tal como comunicaron desde el oficialismo. La fecha había sido anunciada con optimismo, pero nuevamente, el diálogo se aplaza sin una nueva agenda clara. Esta situación se da después de que el gobernador Axel Kicillof tuviera que prorrogar el Presupuesto y la Ley Impositiva debido a la falta de acuerdos en la Cámara de Diputados.
El 7 de enero, los principales referentes de los bloques opositores como PRO, UCR y la Coalición Cívica ya habían dejado claro su descontento ante la suspensión del encuentro. El malestar se profundizó cuando los legisladores se presentaron en la Legislatura, pero el cónclave formal fue sustituido por un almuerzo informal con el presidente de la Cámara, Alexis Guerrera, y el presidente de la comisión de Presupuesto, Juan Pablo De Jesús. A pesar de la falta de formalidad, la reunión sirvió para intercambiar opiniones y tratar de reconducir el diálogo.
La falta de acuerdo entre el Ejecutivo y la oposición sigue centrada en varios puntos clave. La Coalición Cívica, el PRO y la UCR insisten en tres temas fundamentales: la autarquía de la obra social IOMA, el límite del 28% de aumento impositivo, y un fondo de libre disponibilidad para los municipios. Estas son las exigencias más urgentes que siguen siendo parte de la discusión, aunque desde el oficialismo no se muestran dispuestos a ceder fácilmente.
Detrás de cada negociación se esconde una fuerte "rosca" política. La posibilidad de que ciertos actores del Ejecutivo, como Pablo López (ministro de Economía) y Agustina Vila (Secretaria General), sean parte de los negociadores ha sumado más tensión al panorama. No obstante, los legisladores de la UCR, PRO y la Coalición Cívica han dejado claro que no tienen intenciones de ceder sin recibir concesiones importantes.
Además, las discusiones no solo giran en torno al Presupuesto, sino también a los cargos vacantes en instituciones clave como el Banco Provincia y la Suprema Corte de Justicia. Estos puestos, que tradicionalmente se reparten entre los partidos mayoritarios, son otro de los puntos sensibles de la discusión.
En medio de todo esto, surgieron propuestas como un Fondo de Seguridad para los municipios de hasta 200.000 millones de pesos, una medida que terminó siendo rechazada por el oficialismo. La distribución de los beneficios del puerto de Dock Sud para distritos como Quilmes y Lanús también fue parte de las propuestas opositoras, aunque esta también fue bloqueada por el gobierno provincial.
El escenario actual muestra más dudas que certezas. A pesar de los esfuerzos por acercar posturas, la falta de un acuerdo claro sigue siendo el principal obstáculo. Las conversaciones continúan, pero sin un horizonte cercano para llegar a un consenso. En las próximas semanas, todos los actores involucrados deberán decidir si están dispuestos a ceder en ciertos aspectos o si, por el contrario, el diálogo se estanca definitivamente.
En resumen, el conflicto sobre el Presupuesto de la provincia de Buenos Aires refleja la lucha de poder entre los distintos bloques de la Cámara de Diputados y el Ejecutivo provincial. Las negociaciones seguirán siendo clave en los próximos días, pero lo que está claro es que tanto la Coalición Cívica, como el PRO y la UCR seguirán presionando hasta lograr lo que consideran sus exigencias más urgentes.