La crisis económica que pone en jaque al Gobierno pensando en una eventual reelección para 2023 no hace bajar el tono de las disputas internas entre los diferentes partidos que integran la coalición del Frente de Todos.
La CGT dio esta señal en el último acto por el 17 de Octubre donde lanzó en Obras Sanitarias la "corriente política-sindical" que apunta a tener cuadros políticos propios y discutir lugares en las listas para el próximo año. Según el propio Héctor Daer, la central obrera jamás formó parte de la mesa del Gobierno para tomar decisiones o ser consultado.
En otro lado, más precisamente en el estadio de Laferrere, el Movimiento Evita le puso al acto peronista una impronta más política que nunca y fue el propio Emilio Pérsico el que bajó el mensaje de que el objetivo para 2023 será pelear en las listas y que haya representación social, algo que ya se ve en el Congreso nacional con la presencia de tres diputados que responden a Juan Grabois, como los casos de Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli.
"No queremos romper ningún frente y no queremos romper al peronismo, pero sí queremos peronismo con trabajadores y trabajadoras. Porque sino, sino estamos delegando nuevamente en quien no tiene la visión y los intereses claros hacia donde llevar nuestro país", dijo Daer.
Del otro lado, concretamente en Plaza de Mayo, se realizó el acto más multitudinario que convocó a varios sectores hoy alejados con el Gobierno pero dentro del Frente de Todos. Para la CGT, llegó la respuesta de Máximo Kirchner: "Piden bancas y cuando hay que votar contra los fondos buitres no aparecen".
Actualmente son varios los espacios dispuestos a querer jugar en una hipotética PASO para 2023. Vale destacar que como principales espacios aparecen La Cámpora, que responde a Cristina Kirchner, el Frente Renovador, con Sergio Massa y la estructura del Partido Justicialista que hoy tiene como presidente al propio Alberto Fernández.
En los movimientos sociales el movimiento es álgido también. El Evita, además de querer discutir candidatos nacionales, tiene la clara intención de disputar el poderío en La Matanza contra Fernando Espinoza. Quien cerró el acto en Laferrere fue la propia diputada provincial Patricia Cubría, la elegida por Pérsico para esa tarea.
No dista mucho de los desplantes públicos que viene dando el Frente Patria Grande. Hace pocas semanas, el frente de Grabois amenazó con formar su propio bloque en el Congreso y esa decisión se terminó aplazando por diferencias en sus bases que reclamaban pertenencia al Frente de Todos de cara al futuro. Lógicamente, esa permanencia significará un precio en el futuro con la demanda de más espacios de representación y lugares en las listas.
Son al menos siete hoy los espacios de representación a nivel nacional que conforman el Frente de Todos y que en 2023 pelearán por espacios. La discusión en el Gobierno pasa por si es conveniente o no eliminar las PASO, sin mencionar que también necesitan conseguir los votos en la Cámara de Diputados para que el proyecto pase.
La lectura de un sector del oficialismo es más bilardista que conceptualista: la eliminación no es por el bien propio, sino por el margen de error ajeno. Una parte del oficialismo, según entiende, eliminar las PASO implicaría generar cortocircuitos en la coalición Juntos por el Cambio y dificultarles la unidad. El espacio opositor se benefició de las PASO en 2021 y logró consolidar candidatos que eligió el electorado.
En Juntos por el Cambio el compromiso es, a raíz de mantener la unidad, conseguir mecanismos internos para dirimir internas en caso de que las PASO se eliminen. En el oficialismo el debate no está saldado y tampoco está garantizado el número de adhesiones. Según los tiempos legislativos, la discusión se reactivaría durante la Copa del Mundo 2022. ¿Qué pasará?