El reciente acto de Santiago Caputo, donde se presentó el "brazo armado" de Javier Milei, aceleró la interna dentro de la coalición libertaria. Este evento, impulsado por allegados a Caputo, no solo despertó controversia dentro del oficialismo, sino que también mostró fisuras entre los sectores más radicalizados del espacio. Mientras Milei disfrutaba de un perfil internacional en el G20, el gobierno se vio obligado a dar explicaciones sobre el acto.
Además de la estética fascista que rodeó el evento, las declaraciones de figuras como el Gordo Dan sobre la creación de una "guardia pretoriana" generaron una gran alarma. Las acusaciones no tardaron en llegar, con el diputado Esteban Paulón denunciando a Caputo por incitación al odio, lo que reavivó las tensiones tanto dentro del gobierno como entre los aliados del oficialismo.
A pesar de los intentos de los presentes por relativizar el acto, las justificaciones posteriores no lograron calmar las aguas. La intervención de Agustín Laje, quien trató de enmascarar el evento como una estrategia mediática, no hizo más que aumentar la desconfianza interna dentro del sector más moderado de la coalición. La reacción de los libertarios ante la "catarse" de la situación refleja el profundo malestar por lo sucedido.
El acto también marcó un hito dentro del proceso electoral, ya que mostró las primeras señales claras de la influencia de Caputo en el armado de las listas de cara a las elecciones de 2025. La relación con Joaquín de la Torre, quien prestó su teatro en San Miguel para el evento, subraya los esfuerzos de Caputo por consolidar poder dentro del espacio libertario, especialmente en el control de las candidaturas.
Karina Milei, hermana del presidente, teme que el creciente poder de los "Frankestein" libertarios, un término para los sectores más radicales del espacio, complique las elecciones de 2025. La amenaza de que estos grupos puedan romper la unidad interna y afectar el plan estratégico del gobierno está latente, especialmente con la llegada de la boleta única.
A pesar de los esfuerzos de Caputo por restarle dramatismo a la situación, la desconfianza persiste dentro de su propia banda. En declaraciones recientes, el asesor estrella intentó minimizar el impacto de la situación, pero las tensiones dentro de su grupo se mantienen. La crítica hacia la falta de control y de alineación con los sectores más moderados es clara y podría tener repercusiones significativas.
