El plan de ajuste propuesto por el Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, encontró un obstáculo inesperado en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Tras el rechazo de diversas reformas en sectores como las universidades, el INTA se sumó a la resistencia. Este conflicto tiene una particularidad: la alianza entre sindicatos y las organizaciones agropecuarias, lo que podría generar un nuevo cortocircuito con el sector rural.
El presidente del INTA designado por Milei presentó un paquete de reformas, entre las cuales se destacan la venta de propiedades y tierras (116 mil hectáreas en total) y el despido de 227 empleados. La propuesta fue conocida como parte de un "plan de modernización" y buscaba ajustar los gastos del organismo. Sin embargo, esta medida fue rechazada por diversos actores dentro y fuera del INTA.
El rechazo al plan de ajuste fue encabezado por los gremios de trabajadores estatales, quienes realizaron protestas para mostrar su oposición. El Consejo Directivo Nacional del INTA, que se reunió para votar el paquete de reformas, no logró llegar a un acuerdo. Tras 12 horas de debate, la reunión se levantó sin quórum debido a la postura firme de los consejeros, que se negaron a aprobar el plan.
Los gremios de trabajadores y las principales organizaciones del agro, como la Sociedad Rural y la Federación Agraria, jugaron un papel clave en frenar el plan. La unidad en la lucha fue destacada por Mario Romero, secretario general de APINTA, quien destacó que la alianza entre los sindicatos y las entidades rurales fue fundamental para detener la propuesta. No obstante, se espera que el tema se reabra en una próxima reunión extraordinaria.
Aunque el plan de ajustes fue detenido por el momento, los actores involucrados anticipan que podría ser revisado en un futuro cercano. Las organizaciones sindicales y las rurales permanecen en alerta ante la posibilidad de que el gobierno vuelva a intentar imponer sus reformas. Por ahora, el ajuste parece frenado, pero las tensiones con el campo continúan.
El rechazo al plan de ajuste en el INTA marca otro capítulo en la relación entre el gobierno de Milei y el sector agropecuario. Este conflicto refleja la creciente resistencia en el campo frente a las políticas de ajuste del gobierno, que ha intentado hacer reformas en diversas áreas del Estado. La Mesa de Enlace, por su parte, mantiene su postura de rechazo a los recortes y ajustes propuestos.
