El despido abrupto de la canciller Diana Mondino ha generado una ola de descontento entre los líderes del espacio político que impulsó a Javier Milei a la presidencia. La noticia ha sido recibida con preocupación por figuras como el legislador porteño Eugenio Casielles, quien ha empezado a distanciarse de la gestión del mandatario.
Casielles expresó su inquietud sobre la rapidez con la que se están produciendo los cambios en el gabinete. En sus redes sociales, afirmó que, aunque Milei tiene "buenas intenciones", muchos de sus funcionarios carecen de la preparación necesaria o están más interesados en su propio beneficio que en el bienestar del país.
La Libertad Avanza se caracteriza por un liderazgo verticalista, donde las discusiones internas son poco bienvenidas. Casielles ha señalado que este enfoque está alejando a dirigentes del espacio, resaltando la creciente influencia de figuras ajenas, como Patricia Bullrich, en la toma de decisiones clave.
El legislador también subrayó que es fundamental construir un proyecto de país sólido y a largo plazo, advirtiendo que si la situación continúa así, el espacio político no logrará alcanzar sus objetivos. Para Casielles, la política no debe ser vista como algo negativo, sino como una herramienta para el progreso.
Eugenio Casielles, legislador desde 2019, jugó un papel crucial en la formación de La Libertad Avanza y en el ascenso de Milei al poder. Fue él quien convenció a Milei de postularse para la presidencia y presentó a muchos de los asesores que hoy ocupan posiciones clave en el gobierno.
La salida de Mondino ha puesto en relieve la fragilidad de la cohesión interna en el espacio. A medida que surgen desacuerdos y preocupaciones sobre la dirección de la administración, la incertidumbre sobre el futuro de La Libertad Avanza se intensifica.