La política nacional cerró el año con un episodio inesperado: Edgardo Kueider, senador por Entre Ríos, fue expulsado del Senado tras ser detenido en Paraguay con USD 211.000 no declarados. Este hecho no solo sacudió a Unión por la Patria (UP), sino que también reconfiguró las fuerzas políticas en la Cámara Alta. ¿Qué consecuencias trae esto? El escenario se torna más complejo de cara al 2025, con temas clave como la Corte Suprema y la influencia de La Libertad Avanza (LLA) en el Senado.
El detonante fue su detención en Paraguay, un escándalo que llevó a Unión por la Patria a forzar su expulsión del Senado. Sin embargo, Kueider presentó una apelación judicial para impugnar la sesión que lo dejó fuera, lo que abre un nuevo frente legal y político. En su lugar, podría asumir Stefania Cora, vinculada a La Cámpora, lo que devolvería a UP 34 bancas, una cifra clave para recuperar fuerza en las votaciones.
Por otro lado, la postura de La Libertad Avanza generó tensiones. Desde este espacio liderado por Javier Milei, solicitaron una suspensión en lugar de una expulsión definitiva, un gesto que algunos interpretaron como estrategia para negociar posiciones clave. Finalmente, el recinto votó casi por unanimidad la propuesta del oficialismo.
El recambio en la Cámara Alta muestra un Senado más fragmentado. Mientras que UP intenta mantener la unidad, el oficialismo se reduce a solo 7 senadores. En tanto, la oposición, liderada por La Libertad Avanza, pasó de 39 a 37 bancas debido a licencias y renuncias. Este escenario complica las negociaciones, especialmente en temas sensibles como los nombramientos judiciales.
Además, el bloque del PRO evidenció fisuras internas. Un ejemplo fue el cruce entre Luis Juez y la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, quien lidera las estrategias de LLA para consolidar su poder legislativo. Estas tensiones perfilan al Senado como un campo de batalla político clave para 2025.
Uno de los principales temas en la agenda es la designación de nuevos integrantes para la Corte Suprema, que quedará con solo tres miembros cuando termine el mandato de Juan Carlos Maqueda. El gobierno de Milei ya anticipó que podría recurrir a un decreto para cubrir vacantes si el Senado no logra consensos. Los nombres en juego, como Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, serán motivo de arduas negociaciones entre oficialismo y oposición.
Este retraso no solo afecta a la Corte, sino también al sistema judicial en general. Hay más de 150 ternas pendientes que no fueron tratadas este año. Según legisladores libertarios, esto es una señal de la falta de rumbo del oficialismo en temas judiciales.
Con un Senado dividido y cada banca en disputa, el poder de los aliados federales y los partidos provinciales será determinante. Los legisladores ya advierten que los votos “independientes” serán moneda de cambio para aprobar leyes clave, incluyendo las negociaciones sobre pliegos judiciales.
El caso de Edgardo Kueider es solo el inicio de un año donde el Senado promete ser el epicentro de las decisiones políticas más relevantes del país. Desde los pasillos judiciales hasta las bancas legislativas, todos los actores se preparan para un 2025 marcado por la polarización y los acuerdos estratégicos.
