Es el último número que dejó la gestión de Martín Guzmán en el Ministerio de Economía antes de su renuncia. Con un dólar oficial y tarifas de servicios públicos que van detrás del avance del IPC oficial, la inflación de junio fue de 5,3%, el peor dato para ese mes desde 1990. Se trata de una aceleración frente al número previo en un piso mensual elevado. Deja un alza acumulada en el primer semestre de 36,2%. Analistas pronostican una suba de precios a fin de año de hasta 90%.
El incremento en los últimos doce meses alcanza un 64%, la peor variación desde 1992. La inflación núcleo -deja afuera los precios estacionales y regulados- fue en el mes de 5,1%. Alimentos y bebidas, el capítulo más sensible e importante del índice de inflación que informó esta tarde el Indec, avanzó 4,6% en el mes. La desaceleración de los precios de los alimentos frente al avance de otros rubros del índice indica que el impacto de la guerra -el principal argumento del Gobierno ante el aumento de la inflación- ya no está tan presente. En mayo, el índice de inflación del organismo que conduce Marco Lavagna había marcado un 5,1%.
El mayor incremento se registró en el rubro Salud, que reflejó un alza de 7,4%. Según el Indec, detrás vinieron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros (6,8%), Bebidas alcohólicas y tabaco (6,7%) y Restaurantes y hoteles (6,2%).
A diferencia de lo que ocurría con la gestión de Guzmán, no hubo una interpretación oficial desde el Ministerio de Economía de una variación que muestra la primera aceleración en tres meses, pese a los pronósticos gubernamentales.