En una escalada de tensión en la región, la capital ucraniana, Kiev, fue golpeada por un ataque con misiles en la mañana de hoy. Las fuerzas rusas lanzaron los misiles en respuesta a la llegada de una delegación de líderes africanos a la ciudad, quienes se encontraban en Ucrania para buscar soluciones diplomáticas y un alto al fuego en el conflicto en curso.
A pesar del ataque, las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar y derribar un total de doce misiles. El alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, informó a través de su cuenta de Telegram sobre las explosiones en la zona de Podil y alertó sobre la presencia de misiles en el aire.
La Administración Militar de la ciudad confirmó que las defensas antiaéreas se activaron para enfrentar la agresión. La Fuerza Aérea de Ucrania reportó que los misiles derribados incluyeron seis misiles hipersónicos Kinzhal, seis misiles de crucero Kalibr y dos drones de reconocimiento.
La delegación africana, liderada por el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, había llegado a Ucrania como parte de una gira destinada a promover la paz y buscar soluciones diplomáticas en la región. En el momento de los ataques, los líderes africanos se encontraban en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, respondió al ataque acusando a Rusia y al presidente Vladimir Putin de socavar los esfuerzos de paz. Kuleba destacó que el ataque con misiles ocurrió durante la visita de los líderes africanos, lo que demostraría la falta de interés de Rusia por la paz en la región.
La delegación africana tiene previsto reunirse con el presidente Volodímir Zelensky en Kiev este viernes, y posteriormente se dirigirán a Moscú para sostener una reunión con Vladimir Putin en San Petersburgo el sábado. Sin embargo, el ataque con misiles plantea nuevos desafíos para los esfuerzos de paz y aumenta la incertidumbre sobre el éxito de la misión diplomática.