Un escándalo sacude al ámbito político y futbolístico argentino tras la filtración de un audio que compromete a la diputada libertaria Juliana Santillán. En el mensaje, la legisladora detalla un plan para impulsar la conversión de clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), asegurando el respaldo del titular de la IGJ, Roque Vítolo, y del abogado Mariano Cúneo Libarona.
En un extenso mensaje, Santillán busca convencer a un dirigente del club Bancruz para que se convierta en un caso testigo del sistema SAD. Según sus palabras, el Gobierno necesita un club que formalice una consulta ante la Inspección General de Justicia (IGJ) para abrir el camino hacia esta polémica transformación.
La diputada asegura en el audio que todo el trámite contaría con el respaldo de la IGJ, señalando que incluso trabajaron con otros clubes, como Arsenal, aunque estos se habrían resistido por "miedo a sanciones de la AFA". Sin embargo, promete que no habría consecuencias: “AFA no puede desafiliar un club por este trámite”, afirma, buscando despejar las dudas del dirigente.
El proyecto SAD ha generado intensos debates en el fútbol argentino. Esta figura jurídica, que permite la participación de inversores privados en los clubes, es vista por muchos como un ataque al carácter social de estas instituciones. La implicación del Gobierno, según los audios, revela un intento de acelerar el proceso a través de casos testigo que legitimen esta transformación.
Santillán menciona además que el pedido tiene respaldo directo del presidente de la Nación, Javier Milei, y forma parte de un plan político para reformar las estructuras del fútbol argentino.
Las revelaciones ponen en el centro del debate posibles excesos en las funciones de los funcionarios involucrados. De confirmarse lo mencionado en el audio, Santillán y otros actores podrían enfrentarse a denuncias por abuso de autoridad.
A su vez, Roque Vítolo, como titular de la IGJ, queda en una posición delicada, ya que el organismo debería actuar de manera imparcial en estos temas. Su vínculo con este plan, según lo dicho por la diputada, despierta serias dudas sobre la transparencia institucional.
Juliana Santillán, una figura polémica dentro del espacio libertario, ha estado en el centro de varias controversias. Su trayectoria política, que incluye pasos por distintos partidos como el PRO y Republicanos Unidos, ha estado marcada por discursos disruptivos y declaraciones incendiarias.
En este caso, su rol parece estar ligado a una estrategia más amplia del Gobierno, en la que el fútbol se convierte en una herramienta política para promover intereses económicos y de poder.
El impacto de estas revelaciones podría frenar o, por el contrario, acelerar la implementación de las Sociedades Anónimas Deportivas en el país. Mientras tanto, los actores implicados enfrentan la presión pública y potenciales acciones legales.
El escándalo también revive el debate sobre el futuro del fútbol argentino: ¿es posible modernizar su estructura sin traicionar su esencia social? La respuesta, sin duda, será clave para entender los próximos pasos en este terreno.
La polémica sigue abierta, y con ella, la atención de todos los que aman el fútbol y exigen transparencia en las decisiones que lo afectan.
