"Era el cumpleaños de Horacio y se fue", dijo Martín Lousteau en lo que pareció una doble intención. Los radicales quedaron sorprendidos por el paso fugaz de Larreta en el acto en Costa Salguero, en donde estuvo menos de cinco minutos y evitó subirse al escenario. Se suponía que era el momento para cristalizar su desafío a Macri, luego que el ex presidente jugará a fondo a dejarlo en soledad.
El jefe de Gobierno llegó cerca del mediodía a la trastienda del salón en el que esperaba la militancia y los principales dirigentes radicales. Se sacó unas fotos con Gerardo Morales y Lousteau y salió del edificio. Luego de unos segundos de charla con Emiliano Yacobitti y Rodrigo de Loredo, se subió a la van y abandonó el predio en el que PRO monta sus búnkeres desde hace más de una década.
A Larreta le reclaman señales de firmeza ante el fantasma de Mauricio Macri y su presencia en el acto radical era interpretada en la previa como un fuerte gesto en ese sentido.
Pero como sucedió en otras ocasiones, el gesto quedó a mitad de camino de manera suficiente como para enojar a los propios y no terminar de convencer a los ajenos. Patricia Bullrich y Jorge Macri acusaron al jefe de gobierno de entregar la Ciudad a la UCR y los radicales siguen dudando de que Larreta se anime al "parricidio" que teme Macri desde el cierre de listas del año pasado, cuando el jefe de Gobierno se impuso en la elección de candidatos en los principales distritos.
En ese momento se impuso en toda la línea sobre Macri y sus candidatos -Vidal y Santilli- ganaron las elecciones. Sin embargo, de manera un poco inexplicable cuando tuvo que consolidar ese liderazgo se corrió del centro del ring y permitió que Macri recuperará centralidad.