La exdiputada Graciela Camaño expresó fuertes críticas hacia el presidente Javier Milei, a quien definió como "totalitario". En diálogo con el periodista Luis Novaresio, Camaño argumentó que el líder libertario busca un "Estado mínimo" para centralizar el poder. La exfuncionaria señaló que el presidente no respeta la división de poderes, un aspecto que considera fundamental para la democracia.
Además, Camaño afirmó que Milei "no tiene idea de lo que es una República". La dirigente sostuvo que el mandatario construye un relato para imponer sus ideas, posicionándolo como "mejor político que economista". Según ella, el estilo de liderazgo de Milei no solo afecta al gobierno, sino también a los dirigentes liberales, a quienes "les quitó la identidad".
Camaño también se refirió a la política exterior del presidente, señalando que el país está "aguantando sus caprichos". Como ejemplo, mencionó el despido de la diplomática Diana Mondino, quien fue destituida "de la manera más descomedida". Además, criticó la presión que el gobierno ejerce sobre el servicio exterior, recordando que los diplomáticos representan al Estado y no al presidente en turno.
Por otra parte, la exdiputada cuestionó las recientes declaraciones de Milei contra el expresidente Raúl Alfonsín, indicando que el líder libertario se opone a los valores socialdemócratas incluidos en la Constitución. Para Camaño, estos derechos son esenciales para la identidad democrática del país.
En relación con la relación de Milei y su hermana Karina, Camaño opinó que el presidente "anda como un huérfano", buscando apoyo emocional en su hermana, a quien considera su mayor influencia. La exdiputada insinuó que Milei muestra actitudes que podrían interpretarse como un "síndrome", aunque prefirió no profundizar por respeto.
Finalmente, la dirigente rescató algunos aspectos personales del mandatario que observó durante su etapa como diputado, calificándolo como un "ser inofensivo" en el ámbito personal. Sin embargo, Camaño lamentó los conflictos internos que enfrenta el presidente, especialmente su distanciamiento de la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien compartió años de trabajo en el Congreso.