Crisis panadera en la Provincia Buenos Aires

En los últimos meses, en silencio, una parte histórica del barrio empezó a apagarse: las panaderías. En plena crisis económica, los hornos se apagan.

13-05-2025 - Por Visión Política

En los últimos meses, en silencio, una parte histórica del barrio empezó a apagarse: las panaderías. En plena crisis económica, los hornos se apagan uno tras otro en la provincia de Buenos Aires. Pero lo peor, dicen los que están adentro, todavía no llegó.

Según datos recientes de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN), desde que asumió el presidente Javier Milei, ya cerraron más de 1.100 panaderías en todo el país. Solo la semana pasada, doce panaderías bajaron sus persianas en el conurbano bonaerense. Y la preocupación crece.

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El referente de CIPAN y presidente del Centro de Panaderos de Merlo, Martín Pinto, fue tajante: “Ya llevamos más de 1.100 panaderías cerradas. Son cada vez más los puestos de trabajo que se pierden. Y si esto sigue así, vamos camino a la extinción de la industria panadera”.

Los motivos detrás de esta crisis son varios, pero todos tienen algo en común: los costos. El precio de los insumos básicos de panadería y confitería, como la harina, la levadura y la margarina, subió entre un 8% y un 10% en los últimos días. Pero no es solo eso: las tarifas de luz, gas y combustibles también se dispararon. Y la gente compra menos.

“El viernes pasado varios proveedores ya nos avisaron que los precios de los insumos vuelven a subir esta semana”, explicó Pinto. Con menos ventas y más gastos, el panorama es complicado.

En barrios de la provincia de Buenos Aires, el cierre de una panadería no es solo un dato económico. Es una alarma social. Detrás de cada cortina baja hay familias sin ingresos, empleados despedidos y vecinos que pierden un lugar clave de encuentro y abastecimiento.

Desde CIPAN alertan que la situación podría empeorar si no hay medidas urgentes para frenar los aumentos y reactivar el consumo. “Estamos cada vez más complicados”, advirtió Pinto. “Con este gobierno, si no cambia el rumbo, muchas panaderías más van a cerrar”.

Mientras tanto, el rubro panadero sigue esperando señales. Y los vecinos, que siempre tuvieron el pan caliente al alcance de la mano, empiezan a notar que cada vez hay menos hornos prendidos en sus barrios.

 

¿Será posible revertir esta crisis o estamos viendo el fin de una tradición? Esa respuesta, por ahora, está en el horno.