El reciente conflicto por la presidencia del Partido Justicialista (PJ) llegó a su fin con la victoria de Cristina Kirchner. A pesar de las rebeliones internas, la ex presidenta logró imponerse a Ricardo Quintela, quien se sintió ninguneado durante el proceso electoral. A través de un arduo trabajo político, CFK asumió el liderazgo del partido, poniendo fin a semanas de tensión y disputas internas.
Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, intentó posicionarse como candidato a la presidencia del PJ, pero se encontró con la dura oposición de Cristina Kirchner. A pesar de recorrer varias provincias y obtener el apoyo de diferentes sectores, la intervención de la ex presidenta fue determinante para que el gobernador no llegara a su objetivo. La Junta Electoral del partido, con el aval de la jueza María Servini, frenó sus aspiraciones.
El mensaje que Axel Kicillof publicó en sus redes sociales fue interpretado de manera diversa dentro del kirchnerismo. Mientras algunos lo vieron como una señal de acercamiento, otros lo consideraron una forma de mantener la distancia. En todo caso, el saludo del gobernador bonaerense llegó tarde para muchos dentro del círculo de CFK, quienes interpretaron sus actitudes previas como ambiguas.
Dentro de La Cámpora, la relación con Axel Kicillof sigue siendo tensa. A pesar de las expresiones públicas de apoyo a Cristina Kirchner, muchos integrantes de la organización consideran que el gobernador bonaerense jugó a dos puntas. La frase de Máximo Kirchner en un encuentro reciente, donde criticó a aquellos que se enfrentan a Cristina Kirchner, dejó en claro el descontento con ciertos sectores del oficialismo.
Con la presidencia del PJ en sus manos, Cristina Kirchner comenzará una nueva etapa de actividades en el territorio. La ex presidenta tiene planificadas recorridas y encuentros cara a cara con diversos sectores del trabajo, así como mensajes políticos dirigidos a figuras clave del gobierno y del interior del peronismo. Estos movimientos podrían anticipar una futura campaña electoral.
La llegada de Cristina Kirchner a la presidencia del PJ marca el inicio de una nueva etapa en la política argentina. A medida que se calman las aguas internas, la ex presidenta comienza a posicionarse como la figura principal para fortalecer al peronismo, con la mirada puesta en el futuro político del país y una posible candidatura legislativa.