Un fino hilo conductor atraviesa a los funcionarios que Alberto Fernandez elige para el area económica. Más allá de sus cualidades técnicas, que podrán ser mejores o peores, los antecedentes no juegan a favor, en principio. Alberto suele mirarse en el espejo de la social democracia; lo encandila el recuerdo de su otrora jefe cuando le tocó ocupar, allá lejos y hace tiempo, un cargo en la Superintendencia de Seguros: el ex Presidente Raúl Ricardo Alfonsín.
Tal vez la ausencia de su padre natural, que lo abandonó recién nacido, haya marcado su carácter de manera que la figura paterna nunca quedó del todo marcada en su ser, y buscó donde pudo quien lo remplazara, encontrando en el radical más exitoso en el fracaso, su espejo natural.
Será por eso que tiende a elegir "jovenes brillantes", como émulos de Manzano, Moreau, Suarez Lastra o el Coti Nosiglia. Primero probó más de dos años, con un empedernido en el fracaso como lo fue Martín Guzmán, y ahora en un salto al vacío elige a Silvina Batakis, esta patagónica nacida en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego; tiene entre sus fracasos haber sido miembro activa de Franja Morada (como Guzmancito).
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— @VisionPoliticaOk (@_VisionPolitic) July 4, 2022
La nueva ministra @sbatakis compartió su formación política en la agrupación Franja Morada @franjanacional de la @unlp como su predecesor @Martin_M_Guzman
? Otra radical en el gobierno de @alferdez #ULTIMAHORA pic.twitter.com/xHNzb5hbcW
A menos de 15 meses de finalizar el mandato, Tío Alberto vuelve a ver en los ojos brillosos de su foto con Alfonsín, el futuro en un pasado lleno de nostalgias y derrotas, como diria su ídolo musical Litto Nebbia: "Tengo la idea la de irme - Al lugar que yo mas quiera - Me falta algo para ir - Pues caminando yo no puedo - Construiré una balsa Y me iré a naufragar".