Mauricio Macri ha dado instrucciones a los diputados del PRO para que suspendan cualquier tipo de negociación con el oficialismo. Esto ocurre ante la posibilidad de que se trate una reforma a la ley que facilita el rechazo a los DNU, una iniciativa apoyada por los legisladores de Miguel Pichetto y Facundo Manes. La reforma busca cambiar una normativa implementada por Cristina Kirchner que dificultó la capacidad del Congreso para rechazar los decretos presidenciales.
Los diputados del PRO, liderados por Cristian Ritondo, han confirmado su resistencia a la reforma. Aseguran que no apoyarán la modificación, ya que consideran que la ley impulsada por Cristina Kirchner en su momento fue injusta y tienen "fundamentos políticos" para rechazarla nuevamente. La bancada del PRO no apoyaría la limitación de los DNU que podría beneficiar al presidente electo, Javier Milei, al dificultarle el gobierno por decreto.
La Casa Rosada teme que la postura del PRO afecte sus intereses en el Congreso. Desde que la iniciativa empezó a discutirse, Santiago Caputo ha trabajado en la estrategia para evitar que el Congreso insista con el rechazo a los DNU. La estrategia del ex presidente Macri es dejar correr el tiempo para que la discusión se posponga hasta el próximo año, lo que le permitiría a Milei vetar las leyes en diciembre, y trasladar la presión al 2025, año electoral.
En medio de la tensión con el gobierno, el PRO exige un acuerdo público entre su partido y La Libertad Avanza (LLA) para las elecciones de 2025. De no cumplirse este acuerdo, Macri amenaza con dejar sin apoyo al gobierno, lo que podría complicar la gobernabilidad de Milei. La bancada del PRO, según sus miembros, está dispuesta a presionar si el oficialismo no cede a sus condiciones.
El creciente distanciamiento entre el PRO y los libertarios, liderados por Javier Milei, se intensifica con cada decisión política. Los macristas señalan que el gobierno parece subestimarlos, mientras que algunos funcionarios del oficialismo consideran que pueden prescindir del apoyo del PRO. Sin embargo, la postura de los diputados macristas es clara: sin una alianza sólida, el Congreso podría convertirse en un obstáculo para el gobierno.
Aunque algunos dentro del PRO creen que una negociación podría llegar a buen puerto, la incertidumbre persiste. Si los acuerdos no se cumplen o las listas electorales no se cierran de acuerdo a lo pactado, las tensiones podrían derivar en un enfrentamiento abierto. En el entorno del PRO, los diputados advierten que no deben subestimarlos, pues tienen la capacidad de bloquear proyectos importantes para el gobierno.
