Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) son un modelo que el presidente argentino, Javier Milei, busca implementar en clubes deportivos del país. Sin embargo, desde la AFA hay una resistencia clara hacia esta propuesta, señalando que los ingresos de los inversores no beneficiarían directamente a las instituciones deportivas.
Este modelo estaría limitado principalmente a clubes medianos y pequeños, donde los recursos que generarían podrían variar considerablemente. Además, detrás de las SAD se esconde una estrategia financiera que apunta a fortalecer las reservas del Banco Central.
El dinero de los inversores sería depositado en bancos argentinos, generando intereses que ayudarían a cubrir gastos sociales de los clubes. Por ejemplo, en el caso de Estudiantes de La Plata, una inversión estimada en 160 mil millones de dólares podría generar intereses mensuales de más de 65 mil dólares.
A nivel país, la entrada de estos capitales fortalecería las reservas, reduciría el riesgo país y aumentaría el valor de los bonos, permitiendo a Argentina acceder nuevamente al financiamiento internacional. Sin embargo, los beneficios reales para los clubes siguen siendo un punto de debate.
La llegada de las SAD también podría cambiar el equilibrio de poder dentro de la AFA. Inversores con intereses en los clubes podrían presionar a los presidentes de las instituciones deportivas, abriendo la puerta a figuras como Mauricio Macri, quien busca ganar terreno en la organización.
Mientras tanto, el debate sobre las SAD sigue generando incertidumbre y preocupación. Por un lado, podrían contribuir al fortalecimiento económico del país, pero, por otro, ponen en riesgo la autonomía y los ingresos directos de los clubes argentinos.