El intento de Juanchi Zabaleta de reposicionarse en el peronismo bonaerense sufrió un golpe tras su inesperada adhesión al gobernador Axel Kicillof. El viernes pasado, Zabaleta lanzó las mesas distritales "Es con Axel" en la localidad de William Morris, Hurlingham. Sin embargo, el evento no tuvo la convocatoria esperada.
El encuentro, al que acudieron solo algunos exfuncionarios de Zabaleta, dejó un vacío palpable. Según un dirigente local, "ni el propio Zabaleta apareció cuando le avisaron que estaba vacío el lugar", lo que mostró la falta de apoyo dentro de su propio distrito.
A pesar de la presencia de organizadores, no se vieron concejales, consejeros escolares ni miembros destacados del peronismo local. La escasa asistencia alimentó la percepción de que Zabaleta no está logrando conectar con las bases peronistas.
Los comentarios de los asistentes no se hicieron esperar. Florencia Lampreabe, exdiputada nacional, ironizó diciendo que "las sillas se peleaban por las personas". Esta crítica refleja el desencanto de militantes que esperaban algo más que promesas vacías.
Zabaleta ha sido criticado en varias ocasiones por vender promesas de futuro sin concretarlas. Este evento en Hurlingham no fue la excepción, sumando una nueva desilusión a su historial político.
El episodio también estuvo marcado por una foto reciente de Zabaleta con Sebastián Pareja, armador de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires, lo que generó rechazo dentro de los militantes peronistas y complicó su relación con Kicillof.