El despido de Ignacio Yacobucci de la Unidad de Información Financiera (UIF) generó un sismo político que sacudió al oficialismo y la oposición. La decisión de Santiago Caputo, principal asesor de Javier Milei, fue interpretada como un gesto de acercamiento al kirchnerismo, lo que desató fuertes críticas del macrismo, que denunció un “pacto de impunidad por gobernabilidad”.
Pero ¿qué motivó esta movida? Todo comenzó cuando Yacobucci apeló un fallo favorable a Cristina Kirchner en la causa Hotesur, un hecho que incomodó a Milei y su entorno. La situación se tensó aún más tras las reuniones de Yacobucci con Elisa Carrió, quien había denunciado irregularidades financieras de Cristian Ritondo ante la UIF. El resultado: la destitución de Yacobucci y el nombramiento de Paul Starc, un controvertido ex fiscal con un historial que no pasa desapercibido.
Paul Starc, ex funcionario sciolista, estuvo a cargo de la fallida búsqueda de la familia Pomar en 2009. Su nombre también está ligado a Alfredo Yabrán, ya que su padre, el brigadier Luis Starc, fue señalado como uno de los fundadores de OCA junto al empresario relacionado con el asesinato de José Luis Cabezas. Estos antecedentes generaron cuestionamientos desde diversos sectores, incluida la ex funcionaria macrista Eugenia Talerico, quien es, paradójicamente, la ex esposa de Starc.
La decisión de designar a Starc también desató críticas de ex funcionarios macristas como Mariano Federici, quien en redes sociales acusó a Caputo de presionar ilegalmente a Yacobucci para que no investigara a ciertos funcionarios. Según Federici, Yacobucci actuó con “integridad” al desobedecer estas órdenes.
Este episodio evidencia las tensiones internas en el gobierno de Milei. Mientras el macrismo denuncia un pacto con el kirchnerismo, Carrió amplió su denuncia contra Ritondo con el respaldo de la diputada Mónica Frade. Por otro lado, Santiago Caputo, bajo el anonimato de cuentas en redes sociales, habría anticipado el nombramiento de Starc, señalando que esto sería un golpe para Talerico y sus aliados.
El trasfondo político es aún más complejo. El despido de Yacobucci alimenta las sospechas de un supuesto acuerdo entre Milei y sectores kirchneristas, algo que el macrismo utiliza para erosionar la imagen del presidente. Incluso se menciona a Guillermo Garat, socio de Caputo y estratega de la fallida candidatura de Wado de Pedro, como parte de este entramado.
El futuro de la UIF con Paul Starc al mando genera dudas. Con un historial marcado por polémicas y vínculos controvertidos, su capacidad para liderar la lucha contra el lavado de activos está en la mira de todos. Mientras tanto, el macrismo insiste en que la decisión de Caputo refuerza la teoría de un pacto que prioriza la gobernabilidad sobre la transparencia.
Este conflicto deja un escenario político marcado por la desconfianza y las acusaciones cruzadas. ¿Será Starc la pieza que estabilice la UIF o el detonante de nuevas controversias? Lo único claro es que esta novela política está lejos de su final.
