Victoria Tolosa Paz asumió al frente del Ministerio de Desarrollo Social con las urgencias propias de un área siempre al rojo vivo y con el desafío de gestionar en medio de un organigrama ministerial loteado entre distintos sectores, desde el Movimiento Evita a La Cámpora, pasando por el massismo, los intendentes y el espacio de Juan Grabois.
Sin todavía haber hecho declaraciones públicas desde que se anunció su designación, la diputada oriunda de La Plata se abocó desde el fin de semana y hasta este martes a organizar la transición con el ministro saliente, Juan Zabaleta, que volverá a la intendencia de Hurlingham, aunque negocia para mantener a su gente en sillones clave de la cartera.
Aunque las precisiones recién se conocerán sobre el acto de asunción del jueves, todo indica que Tolosa Paz desembarcará en la cartera con un equipo reducido, sin alterar el orden de reparto de casilleros que fue consolidándose como fruto de la pulseada entre los distintos actores del Frente de Todos. Emilio Pérsico, el jefe del Evita y actual secretario de Economía Social, seguirá en su cargo, desde donde administra buena parte de los 1.200.000 planes Potenciar Trabajo, la política central de la cartera, en tándem con Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, con sillón en la cartera.
También seguirá en su sillón Laura Valeria Alonso, la camporista que ocupa la Secretaría de Inclusión Social del ministerio, que reporta directamente a Máximo Kirchner, y maneja nada menos que la Tarjeta Alimentar, la otra caja clave de la repartición, con unos cuatro millones de beneficiarios. Y continuará, pese al cambio de ministro, la actual subsecretaria de Abordaje Integral, Micaela Ferraro, mano derecha de Malena Galmarini y delegada del Frente Renovador (FR) en ese gigantesco organigrama de Desarrollo Social.
Pero hay más: por estas horas, uno de los ejes de la discusión por la transición es si seguirá o no en su cargo quien fue virtual viceministro de Zabaleta, el secretario de Articulación de Política Social, Gustavo Marcelo Aguilera.
Con qué equipo y qué áreas tendrá bajo su mando es uno de los ejes de la transición. El otro, claro, es la agenda caliente de un área que -con una inflación que alcanzará este año las tres cifras- corre siempre detrás de las urgencias.
En la antesala de un fin de año que muchos pronostican como conflictivo, uno de los primeros asuntos sobre los que deberá meter mano es en la negociación con los sectores duros de Unidad Piquetera, básicamente Barrios de Pie y el Polo Obrero, que vienen de acampar en la avenida 9 de Julio en reclamo de la apertura de los listados para nuevas altas del Potenciar Trabajo, cerrados por decisión de Zabaleta.
La caja del Potenciar es uno de los temas calientes. Después de que este año se hicieran dos ampliaciones presupuestarias, para el año próximo se proyectó un 160 por ciento de aumento en las partidas.